Finanzas descentralizadas (DeFi): ¿la nueva disrupción de los servicios financieros?

Cuando empieza a descifrarse los casos de uso de blockchain que funcionan, claramente surge la dirección que tomarán. No es sorprendente que sea en el área donde, precisamente, comenzó su primera y principal aplicación: las finanzas. En este sentido, blockchain está dejando de servir sólo para proporcionar un medio de intercambio de valor a través de las criptomonedas, para pasar a desarrollar otros instrumentos financieros para custodia, préstamo, inversión y diferentes tipos de derivados de ellos. El giro principal es que ahora estos servicios están descentralizados, de ahí que el nombre que han recibido sea finanzas descentralizadas (DeFi).

Más allá de bitcoins y las STO (Security Token Offerings), una vez que las DeFi maduren plantearán una alternativa a las finanzas tradicionales y, posiblemente, sustituirán o competirán con importantes instrumentos financieros que hoy en día conocemos como inversores privados e institucionales.

Aquellos que han estado observando a las DeFi saben que ya es posible obtener intereses sobre las criptomonedas. Nuevos servicios descentralizados como Compound permiten prestar a través de protocolos como MakerDAO, que proporciona una criptomoneda estable llamada DAI, cuyo valor está vinculado al dólar de EEUU. Por lo tanto, se trata de una forma mucho más segura financieramente para el almacenamiento temporal de dinero que las criptodivisas volátiles como Bitcoin y Ethereum. Con tasas de interés más altas de las que pueden ofrecer actualmente los bancos, este tipo de préstamos son sin duda una oferta convincente.

DeFi ofrece otras propuestas de valor que la banca tradicional no puede proporcionar. Mantener el dinero almacenado en monedas tan estables y en una cartera autogestionada tiene varias ventajas respecto a las cuentas bancarias tradicionales: dado que la criptomoneda sigue siendo propiedad del cliente exclusivamente, no existe la posibilidad de movimientos bancarios o recortes cuando las finanzas de un banco o de un país van mal. Precisamente, ahora que los bancos están empezando a cobrar intereses negativos debido a la política monetaria, mantener el dinero virtual estable, incluso sin intereses, puede convertirse en una atractiva propuesta. Y no sólo se acaba ahí. A largo plazo, la promesa de las finanzas descentralizadas es poder ir más allá de las criptomonedas y permitir a los inversores privados y profesionales realizar transacciones con todo tipo de activos tokenizados, desde acciones hasta bienes inmuebles y derivados de estos activos.

¿Deberían los bancos temer a las DeFi?

Sí y no. Una vez hayan madurado, probado y escalado, las DeFi crearán un cambio de paradigma en los servicios financieros que puede modificar también su propio núcleo de funcionamiento. En el futuro, los pagos de intereses irán incorporados en el propio código de las criptomonedas (smart contracts) y en los activos tokenizados en sí mismos, en lugar de ser gestionados por el banco. De hecho, muchas transacciones pueden llevarse a cabo en cadena, reduciendo el papel de los bancos.

Por otra parte, operar directamente con criptoactivos no es tan sencillo para el consumidor medio y puede seguir siendo algo sólo para entusiastas y profesionales. Aunque sea únicamente por comodidad, la mayoría de los consumidores querrá tener una persona de confianza que les ayude a acceder y navegar por las complejidades de DeFi. Al mismo tiempo, los bancos pueden proporcionar algunos contra el riesgo inherente de una forma tan dependiente de la tecnología para gestionar las finanzas, como errores, hackeos o incluso una simple mala gestión de los protocolos.

Aunque vaya en contra de la intención original de blockchain de desintermediar, este papel de criptobanca ya se cumple actualmente por ejemplo con Coinbase. A medida que los servicios que tales intercambios pueden proporcionar crezcan con la irrupción del DeFi, se asemejarán cada vez más a los bancos pero para criptomonedas.

Teniendo en cuenta que tienen la clave de los servicios de DeFi del futuro, no es de extrañar que en algunos casos ya estén recibiendo indirectamente el interés de los bancos tradicionales, como lo demuestra la adquisición de Poloniex por la plataforma de pago Circle, respaldada por Goldman Sachs. Algunos bancos están empezando a desarrollar soluciones por sí mismos, por ejemplo ING está trabajando en una solución de custodia de criptodivisas. Además, otros están empezando a asociarse con intercambiadores, como es el caso del banco estadounidense BNY Mellon con Bakkt para dar a los clientes de la banca tradicional acceso a las criptomonedas.

En la actualidad, estamos en el inicio de las finanzas descentralizadas pero no sería sorprendente ver que las diferentes opciones de DeFi pasen a formar parte de los servicios financieros principales en unos pocos años, especialmente si ofrecen inversiones más seguras, accesibles y rentables que el sistema financiero tradicional. En combinación con la revolución que ofrecen los activos tokenizados, los servicios financieros del futuro tendrán un aspecto muy diferente de los que conocemos hoy en día. Por lo tanto, para el sector financiero, incluidos los neobancos, ahora es el momento de empezar a prepararse para un futuro en el que las finanzas descentralizadas pueden convertirse en el núcleo de su oferta de servicios.

Este artículo se publicó originariamente en Computing.

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