¿Superarán los bancos la brecha digital?

Seis años después de la quiebra de Lehman Brothers, el sector financiero todavía lucha por su reputación. Las memorables sanciones de los grandes bancos monopolizan los titulares de todos los medios de comunicación. En el sur de Europa, los bancos no tienen la capacidad, o la voluntad, de conceder suficientes préstamos a las pequeñas y medianas empresas. Los expertos todavía debaten si algunos bancos no son lo suficientemente grandes y por ello están subvencionados con garantías estatales implícitas, ya que el Estado los rescata en caso de duda. Precisamente, la Junta Europea de Riesgos Sistémico ha preguntado si el sector bancario europeo no se encuentra “sobrebancarizado”.

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Pagos móviles; ¿están tomando la delantera los gigantes de Internet y las start-ups a los bancos?

En los bancos, los proyectos para el cumplimiento de las numerosas regulaciones normativas, la optimización de procesos y las políticas de contabilidad consumen los escasos presupuestos destinados a los proyectos. De este modo, queda muy poco margen para nuevas prestaciones de servicio o incluso para superar la brecha digital.

Durante los últimos años, lejos del sector financiero tradicional, se ha formado una escena variada de empresas del sector de Internet y de las telecomunicaciones, así como innumerables startups, que se han sumado al negocio bancario o que ofrecen servicios vinculados a éste. Una colección repleta de nuevas ofertas que a menudo adquieren denominaciones tales como Banking 2.0, Next Generation Finance o simplemente Digital Finance.

Mientras tanto, apenas queda un área de negocio tradicional en la que las empresas no traten de introducir nuevas prestaciones con el objetivo de mejorar o de enriquecerse mediante un incremento en el rendimiento de los servicios. Actualmente se avanza en mayor medida y más deprisa en los servicios de pago y las opciones de pago por móvil. Las multinacionales de telecomunicaciones, los gigantes de Internet y un sinnúmero de startups compiten por los métodos de pago más cómodos. Compañías de Asia y África, como WeChat o Safaricom, ya han truncado el dominio de los bancos.

Compañías de Europa y Estados Unidos, como Google, Amazon, Paypal o el alemán Yapital, avanzan en el área de los pagos por móvil para smartphones. Apple genera constantes especulaciones sobre el hecho de que el iPhone incorpore un monedero móvil. Llama la atención una noticia del periódico Financial Times después de que la red social Facebook mantuviera unas conversaciones con el banco central de Irlanda para tratar la obtención de una licencia de dinero electrónico que fuera válida para toda la Unión Europea. De este modo, la empresa podría emitir dinero electrónico y permitiría a sus miembros realizar transferencias de forma recíproca. Parece que Facebook ha hablado con startups, como Transferwise, Moni Technologies y Azimo, sobre los medios de pago. Se especula que dialogaron sobre interesantes modelos de negocio referentes a transferencias monetarias rentables en países emergentes y en vías de desarrollo. Esto nos recuerda la compra del servicio de mensajería Whatsapp, que además se ampliaría con el know-how sobre las funciones de pago de su socio.

Sin embargo, el área de pagos sólo es uno de los numerosos segmentos de mercado en los que el ritmo de innovación deja sin respiración a más de un observador. Durante los últimos 24 meses, hemos podido observar una gran cantidad de plataformas de nueva creación en el sector financiero que pueden financiar créditos a empresas y a particulares por medio de inversores (también inversores privados). «Crowdfunding» y «crowdlending» son los términos acuñados para los conceptos de financiación que se realizan de forma independiente al sistema bancario.

Lending Club, la mayor bolsa de crédito a escala mundial, ya ha superado la frontera de los 4.000 millones de dólares en EE. UU. Asimismo, la oferta ha mejorado en Europa y Alemania después de haber vivido un largo período de dificultades. En Alemania, la incubadora Rocket Internet puso en marcha  las iniciativas para mercado crediticio Lendico (para particulares) y Zencap (para empresas). A principios de junio, la empresa de Hamburgo Protonet se financió en el transcurso de tres horas y media con más de un millón de euros a través de un «crowdfunding».

Para los bancos, una operación a gran escala en colaboración con estas plataformas podría resultar interesante, debido a que estos facilitan fondos financieros directamente entre los prestamistas y los prestatarios. Los bancos no tendrían que correr riesgos en su contabilidad ni aplicar las regulaciones. Y además, los costes de ejecución de las nuevas plataformas resultan notablemente más bajos que los de los bancos. Debido a que la concesión de créditos en el Reino Unido a pequeñas y medianas empresas se ha estancado, el gobierno británico reflexiona en voz alta sobre el tema al obligar a los bancos a avisar a las plataformas prestamistas alternativas cuando ellos mismos no pueden o no quieren conceder ningún crédito.

Aquí sólo he podido tratar, a grandes rasgos, dos de los ámbitos comerciales probablemente más interesantes en la actualidad. Naturalmente hay más, por ejemplo, en el sector de inversión de capital, de la administración de cuentas o de la gestión de la información personal. Es un avance positivo que no se debe ocultar. Si bien hasta el año 2012 muchos bancos se mostraban poco interesados en los nuevos avances, su compromiso ha crecido visiblemente desde entonces. Cada vez más emprendedores informan sobre bancos interesados en colaborar con ellos. De esta manera, la utilización de Ginipay o de Yapital se puede integrar en la interfaz web o en las aplicaciones móviles de los bancos. Los bancos aprovechan las capacidades tecnológicas de las empresas emergentes, se ahorran el desarrollo interno y «sólo» tienen que integrar las prestaciones.

Esta forma de colaboración entre las compañías de tecnología financiera y la banca tradicional me resulta progresista. Naturalmente, aquí chocan distintas culturas y mentalidad de manera consecutiva. Pero las empresas de financiación digital no están tan lejos de la cultura bancaria convencional, y es que muchos de sus fundadores provienen del mundo financiero tradicional. Piensan que es posible desarrollar nuevas ofertas de una manera mejor fuera de las estructuras a menudo conocidas por su falta de innovación.

Los bancos tradicionales se adentran a tientas y con pasos cortos en la sociedad digital. Cada vez, un número mayor de estos bancos se dan cuenta de que el tren que se dirige a la sociedad digital ha partido sin ellos. Mientras que algunas instituciones financieras siguen recopilando argumentos de por qué prefieren quedarse atrás, otras tratan de superar la brecha digital.

Dirk Elsner trabaja como asesor para Innovecs GmbH y también asesora a bancos y medianas empresas. En su blog de negocios Blick Log analiza los avances del sector financiero actual.

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