El Santo Grial del monedero móvil

Usar nuestros teléfonos móviles como carteras, en sustitución de las tarjetas de crédito y el dinero en efectivo es una promesa que nunca termina de cumplirse aunque parece estar cada vez más a la vuelta de la esquina. Hace unos meses, por ejemplo, MasterCard presentó una demostración de Google Wallet en los EEUU con un teléfono Sprint Nexus 4G. Aún así, sigue sin determinarse la rapidez con que este sistema se pondrá en marcha y cómo de ubicuo y universal podrá llegar a ser.

En Japón, el operador de telefonía móvil NTT-DoCoMo cuenta con 15 millones de  dispositivos habilitados con un sistema de pago propio llamado “iD” que se puede usar en más de medio millón de puntos de venta. Algo así no existe en Europa, que no cuenta con ningún sistema comparable ya implementado.

GFT e IESE, la escuela de negocios de Barcelona reconocida internacionalmente, han analizado recientemente los diferentes modelos tecnológicos y de negocio que se están considerando para la prestación de los pagos móviles. Lo más interesante del estudio es la constatación del gran impacto que tendrá la implementación del pago móvil en los procesos actuales de pago mediante tarjeta de crédito tradicional. Mientras que actualmente las compañías de tarjetas de crédito y los bancos obtienen ganancias por medio de los pagos con tarjetas de crédito, en un mundo móvil, los fabricantes de dispositivos, los operadores de telecomunicaciones y los proveedores de software también querrán un trozo de este pastel.

En este nuevo reparto de roles y beneficios se consideraron tres modelos:

– Créditos por extensión de factura: en este modelo, los operadores de telecomunicaciones proporcionan crédito a sus usuarios de telefonía móvil; por lo que las compras online se pueden cargar en la factura del teléfono. Se intercambian datos de un modo seguro directamente entre la aplicación móvil y la tienda de comercio electrónico que a su vez se comunica con el operador de telecomunicaciones para el intercambio de información. Este modelo tiene pocas barreras de entrada al mercado y si bien podría propagarse muy rápidamente, probablemente permanecería en un nicho de servicio ya que el valor añadido para los usuarios es mínimo.

– Tarjetas de crédito virtuales vía aplicación: este modelo permite usar tarjetas de crédito o débito de una forma sencilla para compras online (como PayPal). Mediante el código PIN universal, la aplicación móvil facilita la realización de compras online. Para las transacciones físicas en las tiendas, un código de barras 2D proporciona un medio para procesar la transacción. Un ejemplo de este modelo es Starbucks Card Mobile App, que se ha lanzado este año y permite a los usuarios comprar café sin dinero en efectivo o tarjeta. Se espera que este modelo despegue rápidamente ya que las barreras de entrada al mercado son bajas y el servicio aporta un valor significativo al usuario final.

– Tarjetas de crédito virtuales mediante NFC: una aplicación que se ejecuta en un dispositivo con un chip NFC es la forma más segura de pagar las compras. Sin embargo, este modelo requiere que tanto los usuarios (actualmente hay pocos dispositivos en el mercado) y los comerciantes (casi ninguno en España) estén preparados para NFC. Este modelo parece ofrecer la mayor funcionalidad y usabilidad pero está claro que tiene un mayor obstáculo en cuanto a infraestructura para superar. Por esta razón, la expectativa es que no se pueda poner en práctica a corto plazo, ya que las tecnologías deben primero estabilizarse y adoptarse. Sin embargo, todas las compañías tecnológicas parecen estar trabajando en esta dirección: Google está impulsando su Google Wallet con CitiBank; este verano Apple contrató a uno de los expertos más reconocidos en NFC de todo el mundo; y PayPal ha anunciado un sistema de pago vía NFC peer-to-peer propio. El uso del chip NFC para tener un monedero electrónico (como la tarjeta Oyster del metro de Londres) apoyado en una suficiente red comerciantes que le den cobertura sería el Santo Grial para los pagos móviles.

        ¿Cuál de estos modelos tendrá éxito? La respuesta más probable sería que todos ellos tendrán algún tipo de éxito. A corto plazo, las tarjetas de crédito virtuales seguramente encontrarán su camino en el mercado debido a sus pocas barreras de entrada. A largo plazo, con el impulso tecnológico adecuado, el NFC podría ser el futuro de todo lo que hemos estado soñando.

        Karl Rieder
        Delivery Manager GFT Spain

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